lunes, 13 de mayo de 2013

Caligramas de poesía y poemas











Romance de la luna






 
 
 
¿Qué es leer?
 



                                              ¿Qué es poesía?





Caracoles blancos - Federico García Lorca



viernes, 10 de mayo de 2013

Gustavo Adolfo Bécquer

 
 
 
 
 

Entrevista a Raúl Vacas Polo


 
Entrevista “El País de los estudiantes”

 

Según dicen usted imparte muchos talleres en Salamanca, ¿dé qué tipo son estos?

La mayoría son de escritura creativa, aunque también he hecho algunos de animación a la lectura.

En estos años he colaborado con centros de profesores de toda España, con la Universidad, la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, la biblioteca pública de la Casa de las Conchas y la academia Letra Hispánica. También he recorrido muchos colegios e institutos para tratar de contagiar mi gusto por las palabras y por la escritura. Y tengo algún proyecto pendiente con la Casa del Lector de Madrid.

Mi labor no es enseñar a escribir, esto llevaría mucho tiempo, sino más bien servir de estímulo para que los participantes en los talleres escriban. Y para ello trabajamos sobre un determinado tema, les muestro diferentes estrategias de escritura y les propongo alguna tarea para que desarrollen durante la semana.

Desde hace un año también hemos puesto en marcha una serie de talleres en una casa de pueblo, en Rodasviejas, donde mi compañera Isabnel y yo pretendemos formar a profesores y propiciar encuentros con escritores, ilustradores, directores de cine y otros profesionales de distintos ámbitos creativos.

 

¿Nos puede contar alguna anécdota interesante o impactante para usted que le ocurriera en sus talleres?

Una de mis alumnas en el taller de escritura creativa de la Biblioteca de la Casa de las Conchas fue concejala de Cultura del Ayuntamiento de Salamanca durante dos años. Ahora se dedica de forma profesional a la escritura. En ese mismo taller hay una mujer ciega, Teresa, que va acompañada de Dexter, su perro guía. A pesar de la limitación que puede suponer la falta de uno de los sentidos principales como es la vista, Teresa muestra gran interés y tiene una capacidad de adaptación maravillosa. Es todo un ejemplo para nosotros. Nunca le faltan el sentido del humor y las ganas de escuchar y de escribir.

Cuando hago talleres con chicos jóvenes lo más sorprendente es ver sus caras de expectación y cómo disfrutan de la poesía cuando se lleva al terreno del juego y de las emociones. Tengo mucha suerte con mi trabajo y aprendo muchas cosas nuevas a diario.

 

¿Nos puede contar lo que pretende dar a conocer o enseñar en sus libros?

Trato de acercar la poesía a niños y jóvenes, fundamentalmente, aunque también escribo para adultos.

Me gusta jugar con las palabras, probar con todo tipo de trucos y juegos literarios, contar historias cercanas envueltas en la vida y lo cotidiano. Y si logro, además, conjugar los sentimientos con el humor, el objetivo queda entonces cumplido.

Mi intención es recuperar la sorpresa y la emoción por la poesía, un terreno en que muchos
profesores, niños y jóvenes se sienten muy perdidos.

Y en esa búsqueda cada libro supone un nuevo reto. Me gusta mostrar el lado divertido de la literatura y que mis libros sean un estímulo para leer y practicar la escritura.

 

¿Tiene algún proyecto de publicación en mente?

Estoy trabajando en varios proyectos: un libro de poemas para homenajear a Miguel Hernández, un libro de poemas con apuntes e ilustraciones de Aquilino González, profesor de la Facultad de Bellas Artes de Salamanca y una novela.

El primero de los libros lleva por título Alimentando lluvias y está casi listo. Tengo mucha confianza en él aunque me falta darle una unidad mayor. Espero que pueda salir este año. El segundo lleva por título Uno solo y es un proyecto compartido que viene de tiempo atrás. Aqulino, un buen amigo, quiso hacerme partícipe de su trabajo. Entre los dos rebuscamos en sus cuadernos de notas y recogimos sus mejores dibujos, bocetos y apuntes y a partir de ahí combinamos su obra gráfica con mis textos. Es un proyecto sólido pero complejo de editar pues hay muchos troquelados y otro tipo de juegos que encarecen la edición. Estamos a la espera de que un editor valiente se anime a darle salida.

Y la novela va para largo. Este es un género nuevo para mí que me exige mucho tiempo y mucha dedicación, de modo que tardaré en terminarla. Es una novela que tiene como telón de fondo la muerte. El telón, por tanto, es bastante negro.

 

Hace poco tiempo me enteré  de que va a ir al pequeño pueblo de Gargantilla. Aunque son pocos niños la expectación es grande y están emocionados con la noticia. ¿Nos puede dar un anticipo de lo que les va a leer?

Sí, tengo pensado acercarme con Ada, una de las profesoras, el 14 de mayo.

Ese día trataremos de jugar con las palabras y con la imaginación. Veremos como cualquier cosa se puede convertir en un buen poema. Escucharemos algunas canciones, haremos un rap y hasta habrá algún que otro truco de magia. Pero no voy a contar más para que la expectación se mantenga intacta.

 

¿Cuándo se empezó a interesar por la literatura?

Desde el momento en que me puse en contacto con otros poetas, muchos de ellos mayores que yo. Hasta entonces había escrito muchos poemas pero jamás le di importancia ni pensé que fuera a dedicarme a la literatura. Pero una  vez que me incorporé a la tertulia poética del Ateneo de Salamanca descubrí a muchos escritores que se reunían para compartir palabras y versos. Me sentí muy acogido y me ayudaron mucho en mis inicios. Para mí era muy importante ir todos los miércoles a aquellas reuniones. Después de muchos años sigo manteniendo el contacto con muchos poetas y amigos que me abrieron muchos caminos. Nunca me olvido de lo que hicieron por mí.

 

¿Cuántos libros infantiles ha escrito?

He escrito varios. Los que más éxito están teniendo son Niños raros y Abecé diario. Años atrás escribí otro libro para niños que publicó la Obra Social de Caja Duero. Se hizo una edición muy Las aventuras de Jeromín el Cobaya. Un buen amigo que tenía un cobaya como mascota decidió ponerle de nombre Jeromín y me invitó a escribir su historia. Tuvo mucho éxito y en las presentaciones que hicimos nos llevamos al cobaya que vivía en una bañera azul para bebés.
pequeña de ahí que ya no se vean ejemplares en las librerías. Ese libro se llamó

También escribí otro libro pero en formato CD-Rom. Se llama Cucú, tras tras y las ilustraciones son de Tomás Hijo.

 

¿Cuándo decidió empezar a escribir?

Comencé a escribir en el Instituto Fernando de Rojas, de Salamanca, donde estudié. Alternaba poemas de amor con letras para un amigo que tocaba la guitarra en varios grupos. Así es como fui aficionándome a las palabras. También me ayudó la obtención de un premio con uno de mis poemas. Gracias a él compré mis primeros libros de poesía por decisión propia. Mi primera publicación tardó en salir a la calle. También fue gracias a otro premio. A partir de entonces comencé a tomarme la poesía mucho más en serio. Pasó de ser una afición a ser una necesidad. Gracias a mi carrera de periodismo tuve la oportunidad de entrevistar a Gonzalo Rojas, Claudio Rodríguez, José Hierro y a muchos otros escritores notables. Eso confirmó mi deseo de ser escritor y de parecerme a ellos.

 

Y para terminar, ¿qué le diría a aquellas personas que no les gusta la lectura para que se animaran a leer y a descubrir el gran mundo que se esconde detrás de cada libro?

Que le pierdan el miedo a los libros, que busquen en las librerías y en las bibliotecas el poema o la historia de su talla, que sientan curiosidad y respeto por la poesía, que huyan de lo comercial, que se busquen en los libros, que sientan su reflejo en ellos.

A los libros se llega desde la curiosidad y la necesidad. Decía Federico García Lorca a sus paisanos de Fuente Vaqueros el día en que inauguraron la biblioteca de su pueblo que los libros son el mejor invento de la humanidad. Los libros nos ayudan a pensar y a ser críticos, a transformarnos y a transformar la sociedad en la que vivimos. Hace unos años leí un lema con relación a la animación a la lectura que me convenció “Leer me altera”. Yo debo confesar que la poesía cambió mi vida, me alteró por completo. Le debo mucho a los libros y a las palabras. Ojalá que esa sensación que experimento a diario delante de un buen poema o una buena novela puedan sentirla, por igual, aquellos que no creen o no confían en la lectura. Con os libros, al igual que con el amor, hay que entregarse, sufrir, soñar, reír, amar. Ya lo dijo Lope de Vega en un poema: “…quién lo probó lo sabe”.

 

sábado, 13 de abril de 2013

Gustavo Adolfo Becquer



 Rima C. Yo soy el rayo, la dulce brisa


    Yo soy el rayo, la dulce brisa,
    Lágrima ardiente, fresca sonrisa,
    Flor peregrina, rama tronchada;
    Yo soy quien vibra, flecha acerada.

    Hay en mi esencia como en las flores
    De mil perfumes suaves vapores,
    Y su fragancia fascinadora,
    Trastorna el alma de quien adora.

    Yo mis aromas doquier prodigo
    Ya el más horrible dolor mitigo,
    Y en grato, dulce, tierno delirio,
    Cambio el más duro cruel martirio.

    ¡Ah! Yo encadeno los corazones,
    Mas son de flores los eslabones.
    Navego por los mares,
    Voy por el viento
    Alejo los pesares
    Del pensamiento.
    Yo en dicha o pena,
    Reparto a los mortales
    Con faz serena.

    Poder terrible que en mis antojos
    Brota sonrisas o brota enojos;
    Poder que abrasa un alma helada
    Si airado vibro flecha acerada.

    Doy las dulces sonrisas
    A las hermosas;
    Coloro sus mejillas
    De nieve y rosas;
    Humedezco sus labios
    Y sus miradas,
    Hago prometer dichas
    No imaginadas.

    Yo hago amable el reposo
    Grato, halagüeño,
    O alejo de los seres
    El dulce sueño,
    Todo a mi poderío
    Rinde homenaje;
    Todo a mi corona
    Da vasallaje.

    Soy el amor rey del mundo,
    Niña tirana
    Ámame, y tú la reina
    Serás mañana.

Antonio Machado



 
                  Rosa de fuego

    Tejidos sois de primavera, amantes,
    De tierra y agua y viento y sol tejidos.
    La sierra en vuestros pechos jadeantes,
    En los ojos los campos florecidos,
    Pasead vuestra mutua primavera,
    Y aún bebed sin temor la dulce leche
    Que os brinda hoy la lúbrica pantera,
    Antes que, torva, en el camino aceche.
    Caminad, cuando el eje del planeta
    Se vence hacia el solsticio del verano,
    Verde el almendro y mustia la violeta,
    Cerca la sed y el hontanar cercano,
    Hacia la tarde del amor, completa,
    Con la rosa de fuego en vuestra mano.